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Mostrando las entradas de abril, 2017

¿Qué sería la Luna sin ti...?

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" Cuando las estrellas susurran al oído de la madre Tierra, mensajes que pocos logran descifrar, palabras y secretos que pierden su rumbo en la brisa del mar, mensajes como el mía que a la Luna llegan y allí se quedan[...] es ahora cuando debo preguntar ¿qué sería de la Luna sin ti?. Día y noche; en el día cuando de mi se esconde, en las estrellas escribo lo bella que se ve sin siquiera verla, lo hermosa que está sin siquiera tocarla y lo feliz que se encuentra sin siquiera sentir su presencia. En la noche es cuando más disfruto de ella, su cabello corto de luz ilumina mi camino, su intensa alegría borra mis tristezas, su resplandor baña de esperanza mis sueños e ilusiones en mi vida, su nombre que en mi cabeza baila de un lado para otro; su reflejo, cada noche más bello, siempre lo veo cuando el anochecer la despide y el amanecer le saluda; siempre imponente y orgullosa, firme en el cielo. Será una lástima cuando la Luna, se entere que todos esos bellos mensajes no son para el...

Se lo conté a una estrella...

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" Una vez más, su mente le concibió una mala jugada, le dio a entender como era la vida y le mostró a quien él tanto amaba. Así, como una estrella fugaz ella llegó a su vida, llenando el cielo de luz y armonía, la Luna era testigo de sus fechorías y las demás estrellas sus secuaces en la comisaría. ¡No más, detente por favor!, suplicaba el preso al guardián en su cárcel de cristal, no tenía otra salida que la vida sin su estrella, y aún así expresaba ¿por qué vivir si conmigo no está ella?.Valiente fue al asimilar que con su estrella había vivido. Audaz, logró escapar de su larga condena, debía ser capaz de seguir su destino: Su imposible estrella fugar o su amante la soledad. Creció y creció y su hermosa estrella jamás volvió; él, desconcertado no deseaba encontrar otra igual, su alma estaba dominada a la eterna sentencia de amar a quien ya no le amaba. Tan cruel castigo le esperaba que decidió morir en vida, porque en muerte su tortura no mucho dolería[...] Lo que él no sab...