La chispa que incendió un bosque
Fuego[...] Aquel fuego que alguna vez dio calor al hombre, cubrió sus necesidades y brindó cobijo en invierno a quién tuviese el valor de llamarlo a este mundo. Bien dicen los sabios que el que con fuego juega, con fuego se quema, pero, no será el caso. Una chispa; pequeña, del tamaño de la cabeza de un alfiler, ardiente como la pasión de lo más profundo del corazón del escritor cuando sus manos incineran con lápiz el papel, inmensa como la llama que un cantante reluce en cada concierto, asesina cada vez que en un cigarro le llaman, penetrando cada rincón de tú alma, dejando sin aliento un cuerpo débil muriendo lentamente en su camino.
Nuestra vida nos han enseñado que jugar con fuego puede ser peligroso, pero, ¿es algo aplicable en todos los sentidos de su palabra? hacer del fuego tu mejor aliado, poder hacer uso del mismo para lograr lo deseado; ¿a caso es algo realmente malo?. Tachamos de villano al fuego, estando equivocados. ¿Cómo podría ser malo algo que en noches de frío intenso nos da calor y cobijo?¿Cómo decirle monstruo a algo qué hace de nuestros alimentos el mejor plato a degustar todos los días de nuestras vidas?¿Cómo podemos atrevernos a llamar peligroso a algo con lo cuál el mundo se mueve día a día en la mayoría de sus actividades rutinarias?.
Día a día, podemos escuchar como el fuego ha consumido una fábrica, un bosque, un hogar, un cultivo; pero, ¿realmente ha sido culpa suya?. Quién realmente le da un status es quien lo use, y punto.
Pero ¿entonces por qué preocuparse por una insignificante chispa, no?. Un antiguo maestro de biología decía: "En la familia de los hongos, entre más bello y hermoso sea el espécimen, más letal y nocivo es para el ser humano. Caso totalmente singular en las familias de los insectos y los arácnidos, como son algunas arañas y escorpiones; entre más pequeño sea su tamaño, más letal es su picadura, haciendo mucho más rápida la muerte de su víctima".
Comparando así con una pequeña chispa, si nos encontramos en una situación de alto riesgo, siendo esta un lugar altamente inflamable, ¿no deberíamos temer la aparición de una pequeña e 'insignificante' chispa?. Es el mismo miedo que se tiene al momento de limpiar un viejo cajón de tu casa en el campo o colocarse un zapato que hace mucho tiempo no ha sido usado. Ahora, si comparamos el daño tan inmenso que puede hacer una chispa, con el que puede hacer un ser humano; ¿sería una comparación válida?, para mí, lo sería, metafóricamente hablando.
Las probabilidades que pueda tener una chispa de hacer daño a algún ser humano a diario serían extremadamente bajas —estadísticas no oficiales—. En cambio, el daño que es capaz de causarle un ser humano a otro, es prácticamente posible. Cuando habla de daños, me refiero a todo tipo; sentimental, físico, moral, psicológico, etcétera.
Y bueno ¿cómo prefieres ser lastimado, con una chispa o de la mano humana?. Yo respondo: De ninguna manera. Si comparamos el daño que podría hacerme una chispa, podríamos concluir que nos deje quemaduras en nuestro cuerpo, la mayoría de ellas podrían desaparecer con el paso de los años y con su debido tratamiento. En cambio, si un humano llegase a lastimarme, muy seguramente dicho daño marque de forma significativa a mi persona, y haga que esta tome ciertas actitudes hacia quién hizo daño como hacía su entorno.
Y entonces... ¿por qué Lionheart hace una estúpida comparación entre el daño que puede causar una chispa con el de un ser humano?. Bueno, porque la persona que le hizo daño, es parecida a una chispa. Brota del fuego, en silencio sin hacer ningún ruido; tímidamente va directo a su objetivo mientras ardiendo su corazón por dentro le da órdenes para cumplir y no fallar su cometido. Y, finalmente cuando cae, es cuando causa ese gran incendio que nadie es capaz de detener, hasta horas más tarde cuando, esta pequeña chispa, ya ha arrasado con todo a su paso.
Vaya forma de describir las emociones de un sentimentalista ido de la cabeza...

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