País que corres por mi sangre... me has transmitido una sensación de miedo indescriptible.

Ha sido electo, el país ha hablado y todos los que no estamos de acuerdo tenemos dos opciones —o en mi caso, tres—: Vivir con miedo el diario vivir, optar por retirarse del país o simplemente quedarse a ver como todo aquí poco a poco se va consumiendo y a lo que se dedicará cada ciudadano es, arrepentirse de tomar la decisión errada cuando las cosas no surjan como se prometieron. 



Quisiera estar de broma, que todo fuera un sueño, que nada fuese real, y por un momento pensar que lo que yo y más de 5 millones de personas soñamos se tornase de color realidad; pero no fue así. Aquel hombre de la sonrisa confiable, ese buen profesor que con su carisma transmitía tranquilidad cuando se le escuchaba hablar o explicar grandes cantidades de preguntas que sobre él llovían, aquel hombre en el cual yo tenía esperanza y que, por falta de un poco más de apoyo no se consiguió la meta, aquel maestro Fajardo que soñaba devolverle la ilusión a un pueblo colombiano iluso y con ganas de progresar y que por poco no fue así, y ahora esa esperanza que latía en mi corazón se ha transformado en una sensación de miedo indescriptible. El país que desde que nací han corrido sus tres colores por mis venas hoy ha tomado la decisión de poner en la máxima estancia de representación de poder a lo mismo de siempre, por 4 largos años más: Iván Duque, Presidente de Colombia y uno de los muchos títeres de una persona innombrable. 

No quiero convertir este espacio de lectura en un sitio de opiniones divididas respecto al fútbol, la política o la religión —dado que son los temas más controversias generan en cualquier conversación—, sin embargo, quiero expresar mi desagrado, porque es un sitio donde puedo escribir libremente. A diferencia de los seguidores que leen mi contenido en mi página de Wattpad, los cuales yo denominé como 'valientes', en estos momentos me siento un cobarde absoluto, por lo que podría pasar conmigo. ¿Por qué me desanimo tanto llamándome incluso cobarde? por que la máxima entidad, como lo es nuestro nuevo presidente, quiere convertir los tiempos de paz en nuevamente tiempos de guerra y por ende, sembrar una vez más un miedo que poco a poco estaba desapareciendo en el país cafetero. ¿Por qué tengo miedo absoluto? no quiero que las Fuerzas Armadas me obliguen a enfundar armas, no quiero tener que vivir esa lucha que años atrás empezó a dejarse recorriendo balas por allí y por allá, no quiero escuchar los gritos de alguien que se siente superior a mi durante más de un año y medio y que posiblemente podría ser alguien que hiera, sin importar nada. No quiero escuchar los gritos de familias, niños y niñas corriendo a esconderse en cualquier sitio recóndito para que las balas del conflicto no les alcancen. No quiero ser testigo de la muerte de compañeros ni mucho menos de mi propia muerte en lugares conflictivos. No quiero dejar de soñar por tener que levantarme a entrenar bajo las órdenes de altos mandos superiores que posiblemente me vayan a tratar mal. Simplemente no quiero que me obliguen a luchar. Respeto a todo aquel ser humano que, ha dedicado toda su vida a la carrera militar o todo ese tema le llama la atención, pero por favor, respeta mi punto de vista de no querer luchar, y en vez de eso poner carbón al horno para que mis sueños empiecen a volar. 

No quiero tener miedo ni salir a la calle con el temor que un grupo de hombres vestidos de camuflado me rapten, suban a un camión grande y oscuro y me obliguen a hacer algo que no quiero. Pueden llamarme cobarde o que no soy un hombre por no prestar servicio militar, pero al menos yo, me considero una persona que no nació para eso, lo siento mucho. 

Solamente... no quiero tener miedo. 

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