Una historia del baúl de los recuerdos... #3
Sin más, segunda parte y continuación de la curiosa historia que mi versión más pequeña escribió por allá en el 2013, al reverso de su cuaderno de matemáticas ¡continuemos!
Capítulo II: El entorno más raro nunca antes visto.
Después de escapar de esa pequeña isla cercana a Cuba, mientras iba en el helicóptero analizaba los rasgos que caracterizaba a las personas enfermas, y cada característica nueva que apenas la descubría, la anotaba en mi libreta titulada "Pendientes de laboratorio".
Pasamos por tantos lugares que antes eran hermosos, lastimosamente por el caos ya son solamente polvo.
Después de un largo viaje, superamos los aires de la gran Inglaterra, finalmente aterrizamos en Irlanda; ya que nuestro helicóptero necesitaba reparamiento.
Al salir del helicóptero Roger interrumpió mi caminata y me dijo:
-Max porfavor, ten mucho cuidado, eres una pieza muy importante para mi y el gobierno estadounidense.
-Esto no es un ajedrez Roger, todos somos peones en el juego de la vida.
-¡Solo porque tengas 16 años no te da el derecho a cuidarte solo!
-La edad es lo de menos Roger, para defenderme uno no debe contar siempre de físico, el ingenio juega un papel importante.
-¡Ya basta Max! Vamos a explorar de una vez el territorio irlandés, tal vez encontremos a alguien más y nos pueda brindar ayuda.
-¿Iremos desarmados?¿Estás loco?
-Ahhhhhh si, lo siento vamos atrás allí las guarde.
Nos armamos hasta los dientes, pero sin embargo no nos confiamos para anda, había mucha neblina lo que dificultaba un poco la vista.
Después de 2 horas y media de caminar, y en el camino haber asesinado aproximadamente 14 hombres revolucionistas que creían que traíamos la rabia soviética.
Aproximadamente a las 1755 horas, llegamos a una especie de casino, no identificamos el nombre, estaba en irlandés así que era complicado.
Al entrar, un joven caucásico lanzó hacia nosotros una especie de gas lacrimógeno, el cual nos desmayó en el acto. Roger y yo despertamos amarrados a una esca lera mientras nos hablaba el jóven con una voz suave pero ruda:
-¿Quiénes son ustedes y qué hacen aquí?
-Yo soy Max, y el es el soldado Roger, el único acompañante que ha sobrevivido.
-¿Sobrevivido?¿a qué?
-A la rabia lanzada por la U.R.S.S.
-¿Rabia?¿acaso la guerra fría ya no es pacífica?
-Eso está pasando al parecer.
-Lo siento por capturarlos, creí que eran revolucionistas que venían a liquidarme. Pero bueno, soy Andrew*** y tengo 16 años.
-Lo que me faltaba, oto pelado que cuidar *en un tono muy bajo*
-¿Qué dijo señor?
-Para su información he tomado cada rincón de este casino por mi propia cuenta.
-Dejen de pelear, tenemos un problema mucho mayor.
-¿Y tú que haces aquí?
-Huyendo, huyendo de la rabia soviética y buscando gente como vos; puedes ser muy útil.
-Gracias, los desataré y los invito a pasar.
Al parecer, Andrew es el tipo de persona que me gustaría encontrarme en una situación así. Es una persona la cual puede serme útil cuando este en apuros; agradesco haberlo encontrado.
Dentro del casino, todo estaba funcionando excelentemente, Andrew tenía 5 coches para poder irse, tenía abastos para aproximadamente 3 años y tenía habitaciones hasta para 10 familias.
Me acerqué y hablamos un rato sobre lo que pasaba actualmente:
-Ehhh Andrew, ¿no te gustaría dejar este lugar y buscar nuevos horizontes?
-Lo he pensado, pero desde que los revolucionistas se tomaron Irlanda por causa de las amenazas de la URSS con lanzar sus misiles tóxicos.
-Cuanta razón Andrew, pero creo que este casino no es la mejor opción para quedarse.
-Entonces, ¿en qué lugar estas pensando?
-Jaón, es un país ideal donde la URSS no lanzaría uno de sus cohetes.
-Jummmmm, tienes razón Max, creo que debemos irnos de una vez por todas.
-Excelente elección Andrew, cojamos todo lo que podamos y metámolo en 3 de tus autos.
-¿Todos saben conducir?
-Por su puesto, Roger maneja excelente y yo aprendí desde los 8 años.
-Impresionante.....
-Eh chicos, algo grave está pasando en la entrada principal del casino.
Efectivamente, los revolucionistas que asesinamos antes de llegar a este lugar han contraído la rabia, lo que me sorprende es que volvieran a la vida al contagiarse. Teníamos como luchar contra ellos, pero supuse que el sonido continuo en un lugar tan grande como este podría atraer más de sus amigos.
Estaban empezando a romper los vidrios de la puerta, no aguantaría para nada ni un poco, aunque si pasaba algo, ya teníamos los 3 coches listos para largarnos lo más rápidamente de aquí, cuando de repente:
-¡¡¡Hacia los carros chicos!!! Ya han entrado los rabiosos.
-Andrew, ve enciende tu coche y sal de aquí, yo te cubro.
-Okey, nos vemos a unas cuantas calles de aquí.
-Ahora vas tu Roger.
-No Max ni pensarlo, ya te dije que.....
-¡Calla y vete!, por cierto el coche negro es el mio.
-Cuídate por favor no quiero perdert...
-¡Largo!
Después de la huida de Andrew y Roger, debía ir por el sistema de comunicación del segundo puso, en el cuarto de las reparaciones.
Tenía un revolver, pero no quería usarlo, no me gusta el hecho de disparar un arma;y sin disparar ni una bala logré llegar.
La puerta estaba forzada pero con una varilla que logré encontrar abrír la puerta,
Saque el sistema de comunicación pero tenía un problema, la salida había sido bloqueada por los rabiosos y no podía acceder a mi coche, así que tomé una mala decisión y salté por la ventana, cayendo desmayado en la parte trasera del convertible rojo de Andrew.
Continuará...

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